viernes, 6 de diciembre de 2013

EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y LA MUERTE


EMPECÉ HOY A LEER ESTE LIBRO Y LA VERDAD ES QUE ESTÁ MUY BIEN, ME LO RECOMENDÓ MI HERMANA, VOY A DEJARTE ALGÚN TROCITO PARA VER SI TE ANIMAS A LEERLO, SE DESCARGA EN UN MOMENTO Y ES DE UNA PROFUNDIDAD APLASTANTE.

Quizá la razón más profunda de que temamos a la muerte
es que ignoramos quiénes somos. Creemos en una identidad personal, única e independiente, pero, si nos atrevemos a examinarla, comprobamos que esta identidad depende por completo de una interminable colección de cosas que la sostienen: nuestro nombre, nuestra «biografía», nuestras parejas y familiares, el hogar, los amigos, las tarjetas de crédito... Es de este frágil y efímero sostén de lo que depende nuestra seguridad. Así que, cuando se nos quite todo eso, ¿tendremos idea de quiénes somos en realidad?
Sin nuestras propiedades conocidas, quedamos cara a cara con nosotros mismos: una persona a la que no conocemos, un extraño inquietante con quien hemos vivido siempre pero al que en el fondo nunca hemos querido tratar. ¿Acaso no es ese el motivo de que tratemos de llenar cada instante de ruido y actividad, por aburrida y trivial que sea, para evitar quedarnos a solas y en silencio con ese desconocido?
¿Y no apunta eso hacia algo fundamentalmente trágico en
nuestro estilo de vida? Vivimos bajo una identidad asumida en un neurótico mundo de cuento de hadas que no tiene más realidad que la Tortuga de Alicia en el País de las Maravillas.
Hipnotizados por el entusiasmo de construir, hemos edificado la casa de nuestra vida sobre cimientos de arena. Este mundo puede parecer maravillosamente convincente hasta que la muerte nos destruye la ilusión y nos saca de nuestro escondite. ¿Qué será entonces de nosotros si no tenemos la menor idea de ninguna realidad más profunda?

EL GRAN ENGAÑO
El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la muerte inevitable se hace cada vez más aguda. ¡Qué amargura!
¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.
                                          

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